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Neon Genesis Evangelion — “A Cruel Angel’s Thesis” (Yoko Takahashi)
Clásico absoluto. Palmas, brasses y una melodía que conoces aunque creas que no. Letras que golpean, montaje simbólico y una identidad que se te queda tatuada en la cabeza. No existe “saltar” aquí.
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Cowboy Bebop — “Tank!” (The Seatbelts, comp. Yoko Kanno)
Big band, cuenta atrás y saxos en llamas. Te mete en el mood noir en tres notas. Tipografías, split screens y actitud. Empieza y ya estás dentro del caso con Spike.
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Shingeki no Kyojin (Attack on Titan) — “Guren no Yumiya” (Linked Horizon)
Coro épico, percusión marcial y un montaje que parece desfile militar en esteroides. Te activa el instinto de avanzar. Si suena, sube el volumen solo.
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Tokyo Ghoul — “Unravel” (TK from Ling tosite sigure)
Inicio susurrado, explosión emocional y voz quebrada que corta el aire. Visuales quebrados y texturas frías. Es catarsis pura. Lo cantas aunque no llegues a los agudos.
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Naruto Shippuden — “Blue Bird” (Ikimono-gakari)
Entrada dulce que despega en estribillo. Azul, viento y promesa de crecimiento. El montaje respira y luego corre. Nostalgia y subidón a partes iguales.
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Fullmetal Alchemist: Brotherhood — “again” (YUI)
Guitarras con propósito, ritmo de viaje y planos que ya te hablan de pérdida y búsqueda. Es arranque de road movie alquímica. Te prepara para algo grande.
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My Hero Academia — “Peace Sign” (Kenshi Yonezu)
Optimismo con músculo. Batería que empuja, melodía pegadiza y montaje de entrenamiento que te pone a hacer flexiones. Es espíritu shōnen en estado puro.
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One Piece — “We Are!” (Hiroshi Kitadani)
Himno pirata. Trompetas, palmas y un “¡vamos!” que te saca una sonrisa. Mapas, barcos, amigos. Si te lo saltas, devuelves la credencial de nakama.
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Kimetsu no Yaiba — “Gurenge” (LiSA)
Fuerza contenida que revienta en estribillo. Color, respiraciones y katana. El montaje te marca el ritmo de combate. Es gasolina para el capítulo.
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Jujutsu Kaisen — “Kaikai Kitan” (Eve)
Beat moderno, guitarras con filo y un montaje que baila entre luz y sombra. Personalidad a borbotones. Lo ves y sabes que esto va a ir fuerte.
Consejos rápidos para distinguir un opening “saltable” de uno intocable: si los primeros 5–10 segundos ya tienen idea visual clara, si el estribillo resuelve la promesa, si puedes contar quiénes son los protagonistas por cómo los presenta, y si el corte al título te deja arriba. Bonus si el tema aguanta fuera de la serie.
Si sólo puedes ver 3 ahora mismo: “Tank!” para entrar con estilo, “Guren no Yumiya” para subir pulsaciones y “Unravel” para el golpe emocional.
Si estos openings te ponen las pilas, imagina llevar ese impulso en tu día a día. En MyAnimeWear hacemos sudaderas y camisetas con guiños finos al anime: identidad clara, cero relleno.